¿Coincidencias?

Olfateando el viento

ESSAY

1/5/20242 min leer

Alguna vez alguien me dijo: "Cuando muchas personas están pensando y sintiendo lo mismo, es inevitable que pasen cosas". Y claro, es algo que tiene mucha lógica para mí, tanto desde el campo metafísico como desde la óptica científica. Tantas personas esperando el fin de año, pensando en pasar página o ilusionadas con comenzar una nueva etapa, obligadamente se traduce en conversaciones, humor general, energía colectiva, maneras de responder, etc. Todo esto combinado es un océano de acciones y reacciones.

Hace un tiempo decidí que para mí el final de un año y el inicio de otro tiene un significado fundamental. Porque de la misma manera que mi mente necesita dormir para iniciar un nuevo día, mi alma precisa de un ciclo mayor para refrescarse y, sobre todo, para ser el centro de atención por unos días, donde me dedico a mirarme y preguntarme cómo me siento. Este año, debido al cambio de destino, fue diferente. Claramente, la cultura y costumbres locales influyen. Decidí seguir un poco la corriente y probar algo diferente, un poco menos reflexivo. Los días previos me había percatado que el 2024 tiene la particularidad de comenzar un lunes (suceso que para mí es hermoso) automáticamente me transporta a los días de escuela donde el inicio de una clase coincidía con la carilla en blanco e impoluta del cuaderno tapa dura.

Personalmente, nunca los inicios de año para mí son un sinsentido, pero este puntualmente funciona como gatillo a muchas decisiones que tomé anteriormente; este blog es una de ellas. La cuestión es: como yo no estaba atendiendo al cambio de ciclo, el universo decidió hacerse presente; y fue así que a las 00:05 un mensaje en mi teléfono me esperaba para anunciar el final de un contrato laboral muy importante, que yo considero parte de una etapa anterior de mi profesión. El día 1 de enero, mi novia (quien siempre tiene una energía hermosa y, por lo tanto, ideas divertidas) compró una caja de galletas de la suerte (sí, una caja). El mensaje que me tocó decía: "Ahora es el momento de seguir adelante y perseguir tu pasión".

Somos seres complejos e infinitos y a veces hay que cerrar los ojos y olfatear el viento para descubrir el camino. Por eso, hoy doy como inaugurada esta nueva etapa llamada Hey Mauro Films. ¡Welcome everybody!